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MIGUEL ÁNGEL. EXPLOSIÓN DE UN AUTORRETRATO

Parte de esta vida se revela como esencia de la coreografía, de manera que en comunión con una selección de música extraordinaria, que incluye la Pasión según San Mateo de J.S Bach, representarán el binomio fundamental para apoderarse del espacio a través de cuerpos sonoros, metáforas de luz, al acecho del creador renacentista.

 

El detonador de esta coreografía, el gran artista universal Miguel Ángel Buonarroti, viene a dar vida a un sin número de sugerencias coreográficas que a través de la composición y una idea plástica desarrollada con gran rigor, logrará la comunicación fundamental que sólo la comunión irrepetible de la música y la danza pueden lograr en el espectador.

 

Imágenes que marcaron nuestra memoria serán abordadas coreográficamente en esta obra, se transformarán en energía, a través de los bailarines que esculpen día a día su propio cuerpo en busca de la destreza, belleza y perfección que les ha impuesto la creación de esta pieza, donde el legado de Miguel Ángel estalla y se derrama en pieles convertidas en luz.

 

 

 

Con esta obra, la autora continúa una de las vetas coreográficas que ha inspirado su trabajo creativo: llevar al escenario, en una suma extraordinaria de imágenes y composición escénica, la vida y obra de grandes creadores, develando a través de la danza el diálogo secreto del impulso creador.

 

Pensar en Miguel Ángel nos sugiere pasión desbordada, descuido de sí mismo, en busca de la perfección de su obra artística; constante curiosidad por el cuerpo, base de su obsesión plástica, suma de lo entrañable, como de la parte inaprensible de la personalidad del escultor, pintor y poeta.

 

 

 

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